El 18 de enero de 2015 nos encontrábamos en Bogotá, en la casa del músico e investigador Urián Sarmiento, tocando, Marimbeando, guitarreando con Marino Beltrán, la familia Balanta de Timbiquí, Adrián sabogal y otras personas, aproximadamente a las 12:15 de la madrugada me llamó Isabelita Patiño, la hija mayor de Germán Patiño, el creador del Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez, para informarme que había fallecido su papá; a partir de ese momento toda la música que interpretamos fue en honor a su alma... consternados, sorprendidos y adoloridos tocamos toda la noche con un sentimiento de fraternidad y comunión, como suele suceder en el Pacífico en estas circunstancias.
Hoy 25 de Julio se conmemora el cumpleaños de Santiago de Cali, hoy 25 de Julio estaría cumpliendo 70 años Germán Patiño, hoy 25 de julio del 2018 van 4 días del fallecimiento de Marino Beltrán.
Para mí Marino era el equilibrio perfecto, el eslabón entre los viejos tocadores de marimba y las nuevas generaciones de marimberos. Era un músico dotado de un talento sin igual, tocaba la marimba de chonta, la guitarra, la percusión, cantaba, componía, construía instrumentos y era docente; lideró varios procesos de enseñanza de marimba y percusión en algunos municipios de la Costa Pacífica. Fue ganador del premio a Mejor Intérprete de Marimba en el decimoquinto Festival Petronio Álvarez, poseedor de un estilo propio, original, el cual tomaba muchos elementos del sistema tradicional pero al mismo tiempo le imprimía un toque nuevo, fresco, lleno de vigor y virtuosismo.
Para las personas que no lo conocieron, quisiera decirles que fue un marimbero muy importante y de mucha trascendencia para nuestra música y nuestra cultura en general. Fue el marimbero requintero en algunas de las producciones discográficas más importantes de nuestra música: “En memoria de nuestros ancestros” (Grupo Socavón), “Sonar de Marimba” (Grupo Socavón), “Corazón de currulao” (Grupo Socavón) “Déjame subí” (Grupo Canalón) “Memoria Balanta” (familia Balanta de Timbiquí) y de temas clásicos como Memoria de Justino, Quitate de mi escalera, La marea, Río timbiquí, Comadre Mayeya, entre otros.
Tuve el placer y el honor de trabajar en la producción musical y de hacerle los bordones en algunas de estas producciones y en algunos de estos éxitos.
Marino deja huella y un vacío muy grande, difícil de llenar, así como la ausencia y el vacío que nos ha dejado en estos últimos tiempos Germán, Samuelito, Pacho, Chico, Gualajo, Juanita, Diomedes y tantos otros pilares de nuestra herencia cultural.
Valoremos, cuidemos, amemos todos lo nuestro.
Buen viaje, amigo y colega Marino Beltrán, nos veremos en un arrullo celestial.
Yorumlar